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Sensatez, empuje y cojones

Estos últimos días se ha hecho muy famosa la exclamación catalana «Seny, pit i collons», como muestra de ánimo para el entrenador del FC Barcelona Tito Vilanova, que ha recaído de su enfermedad. Esta frase, usada por el técnico azulgrana a menudo, según ha trascendido, identifica una forma de entender la vida y de hacer las cosas. Pero… ¿qué significa? ¿De dónde viene?

 

Existe la leyenda urbana de que la palabra «seny» es algo tan especial, tan único y tan representativo de la mentalidad de los catalanes que no tiene traducción. Bueno, sensatez sería una buena traducción. En mi opinión, no hay ningún matiz en la palabra «seny» que no esté también en «sensatez».

 

«Pit» significa literalmente «pecho». Pero traducirlo tal cual sería un error. Esta expresión viene del mundo casteller. Basta con ver una foto de una de estas torres humanas para comprender que, por pura física, todo el peso de la torre (unos 400-500 kilos en cada columna) se reparte en dirección contraria al centro de la torre cuando llega a tierra. Para contrarrestar eso, los miembros de la pinya (la base del castillo) deben empujar hacia el centro de la torre para que el castillo no se hunda. Eso se hace no con las manos, sino con el pecho. Es decir, pecho contra espalda. De ahí viene la expresión de pedir y dar «pit», que suele necesitarse más, a medida que se acerca el momento de la culminación del castillo y, especialmente, cuando la construcción flaquea. Es, por lo tanto, una expresión que transmite empuje, trabajo en equipo, esfuerzo colectivo para superar una adversidad. Aunque, evidentemente, no tiene una traducción perfecta, yo diría «empuje».

 

Poco hay que decir sobre las gónadas. «Collons» son cojones y significan lo mismo en ambos idiomas. Valentía, bravura, un poco de inconsciencia… Esta es la más fácil de traducir. En resumen, el mensaje «Seny, pit i collons» apela a hacer las cosas con cabeza, con sentido común, pero sin amedrentarse en los malos momentos y sin ser demasiado precavido. Un equilibrio muy necesario en el mundo de los castellers, pero un lema también aplicable a muchos otros ámbitos de la vida.