Todos necesitamos pensar que nuestra vida tiene pleno sentido, que lo que pensamos es lo correcto y que cada vez que nos formamos una opinión o que aprendemos algo, esa idea, esa opinión no es sólo correcta, sino que lo será para siempre.
Ser crítico con uno mismo, intentar comprobar a menudo si lo que pensamos y lo que sabemos es correcto, es un trabajo duro, doloroso y cansado. Y tendemos a pensar que innecesario.
Sin embargo, es necesario. Todos tenemos incoherencias; es imposible construir un ideario sin brechas ni contradicciones. Es imposible porque ni nuestro entorno ni nosotros mismos somos iguales ante el paso del tiempo. Evolucionamos porque acumulamos experiencias, porque interaccionamos con el entorno y con otras personas. Por nuestra biología, por nuestra historia.
Cada día eres alguien diferente y, por lo tanto, tus ideas y opiniones deben estar sujetas al cambio. Si piensas lo mismo con 14 años que con 50 es que algo estás haciendo mal, es que no has aprendido nada, es que no abres los ojos. La única forma de mantener tu coherencia interna a ultranza es negar la realidad, es no dejar entrar ni un atisbo de crítica.
Creo que hay que intentar hacer lo contrario. Intento comprobar mis incoherencias de vez en cuando e intento actuar en consecuencia cuando las detecto. Es duro, porque darse cuenta de que estás equivocado, de que has hecho blanco y dicho negro, de que has dado la espalda a la realidad pone en jaque tu propia realidad. Pero vale la pena.
No es que evolucionando mejores. No es mejor el espíritu inconformista y rebelde de los 14 años que el más conformista y quizás cínico de los 50. Ni tampoco peor. Es lo que en ese momento se adapta a tus experiencias y a lo que te rodea. Pero debemos evolucionar para vivir mejor, para tener una mejor relación con el entorno en cada momento.
Recuerdo considerarme una persona solidaria. O por lo menos, a favor de la solidaridad. Pero también recuerdo el día en que me di cuenta de que no daba nada a los que lo necesitaban. Ni dinero ni otro tipo de colaboraciones. Y ante esta contradicción sólo había dos salidas: o actuar en consecuencia a mis ideas (o a la idea que tenía de mí mismo) o adaptar la idea que tenía de mi mismo a la realidad.
Decidí empezar a donar y a colaborar con ONGs que me gusta lo que hacen. Pero dejar de considerarme una persona solidaria hubiera sido igual de adecuado. Se trata de buscar la máxima coherencia posible. O eso creo yo. Por lo menos ahora.
El planeta está lleno de incoherencias, y la mente humana no es menos. No conozco a nadie que piense igual que actua, ni yo mismo… Pero pensar diferente debe ser el principio para el cambio, ya que este no siempre puede ser inmediato y requiere evolución.
En estos casos no se puede concluir en que las dos únicas posibilidades sea actuar como se piensa, o desistir y aceptar una realidad que deseas cambiar.
Debería poder existir esta incoherencia siempre que sea útil para producir la nueva situación deseada. Sobretodo cuando el cambio personal requiere un cambio general de la sociedad para existir…
Un cordial saludo my friend.
Totalmente de acuerdo contigo 🙂
También puede ser que en un debate tomemos una posición en contra de la que pudimos tener en el pasado y no queramos admitirlo por miedo a la reacción que puedan tener otras personas al ver que te das cuenta de que todo lo que dijiste en ese pasado estaba mal, y por lo tanto negarnos ese cambio hasta a nosotros mismos. Eso es algo malo, pero es muy difícil de evitar y hay veces en las que puedes llegar a decir cosas que no crees, pero creías.
Al cabo de un tiempo te das cuenta de que, por dentro, eres de una forma totalmente distinta de como los demás, y tú mismo, te veían. Que hacer en ese caso? Cambiar quizás no sea tan bueno por que tu carácter no te agrade tanto como el que tuviste.
Entiendo lo que dices. Pero créeme, la gente respeta más a quien acepta que estaba equivocado, que a quien se engaña para no admitir que se ha equivocado.
No pensé en el respeto que te puedan tener lo demás, o incluso quizás uno mismo, por aprender a aceptarlo. Muchas gracias.
Molt bon post. Realment comparteixo la idea de que es bo tenir aquesta inquietud amb un matei. Serveix per, entre altres coses, ser millor persona i tenir idees i principis més clars. Coses que crec que són imprescindibles per estar content i tranquil amb un mateix.
Roc me lo he leído varias veces y mi conclusión ha sido que cada día que pasa maduramos más, es decir hoy puedo ver que las ropa de marca molan pero dentro de unos años me daré cuenta de que las marcas no significa molar ya que `ropa normal´ puede llegar a ser mucho mejor que las de marca y cuestión es ir vestido un saludo y tengo la sospecha de que mis padres se están haciendo fán tu yo xD eso es bueno ^^
Sin palabras, me encanta tu blog.
Es una lastima que haya muchísima gente demasiado pre-ponte como para poder auto-criticarse y ese es un gran error que hemos tenido a lo largo de la historia, pero esto se debe a la educación que recibimos de nuestros padres.
Pero yo creo que este fallo nos viene de serie, es decir, aun que intentemos mejorar nuestra conciencia por un mundo mejor siempre va haber alguien que no piense igual que nosotros y esta persona que ha pensado diferente puede ser que lleve el camino correcto o incorrecto, ¿Quién sabe?
Pero en conclusión a mas de uno le haría falta que le diera un poco de aire en la cara y abriese los ojos y dijera: Ostia si llevaba razón.
Saludos desde AB.
Sinceramente, la excusa de «no, es que la sociedad es incoherente y así no hay cambio posible» siempre me ha parecido una salida infantil. Es que acaso la sociedad es un ente independiente que actua y evoluciona al azar? No lo creo. La sociedad en la que vivimos es un reflejo de nosotros, de modo que siempre tendrá incoherencias. Considero que para crecer como persona, uno debe buscar sus propias incoherencias y pulirlas, hacia un lado u otro, como expresas en el post. Bien es cierto que la incoherencia sana puede dar pie a un cambio, pero la sociedad es un reflejo de la naturaleza humana: llena de incoherencias y contradicciones. Y ese cambio empieza a nivel personal, y que cada persona haga ese paso es una utopía como una casa. Un saludo.
Muy de acuerdo con tu comentario 🙂