Algunas obviedades

Ahí van algunas ideas sobre el atentado a la revista Charlie Hebdo:

– Estoy en contra de cualquier asesinato, lo cometa quien lo cometa por el motivo que sea.

– Estoy a favor de la libertad de expresión y eso incluye especialmente aquellas cosas que no me gustan, que me parecen desagradables, intolerables y perjudiciales para nuestra sociedad. Porque sino, sería como los que creen que con la Religión (o cualquier otra cosa) no se puede hacer humor.

– El fanatismo es un camino sin retorno. No sirve para nada, nunca lleva a ninguna parte, en ningún ámbito de la vida. Sólo se alimenta a si mismo y alimenta otros fanatismos.

– El terrorismo persigue crear miedo y así condicionar el comportamiento de otros. Matan (o destruyen) para castigar un comportamiento y así conseguir que otros no hagan lo mismo. Muy a menudo lo consiguen.

– Comprendo el miedo de algunos dibujantes y periodistas. Debe ser muy duro poner tu vida en riesgo por tu trabajo y/o tus ideales. No me atrevería a exigir (ni siquiera a sugerir) a nadie que diga algo que puede ponerlo en riesgo. Mi más sincera admiración por quien hace esto (y por quien sigue haciéndolo después del atentado).

– La libertad es un arma muy peligrosa. Es algo que todos reclamamos (especialmente para nosotros, no tanto para los otros), pero no justifica cualquier lucha. Nuestros derechos y los derechos de los otros limitan la libertad porque así lo hemos acordado. Por eso hay que vigilar cuando hablamos de la libertad y matizar qué es lo que reclamamos y para quién. La libertad no es infinita ni incondicional y, sobre todo, no significa que ejercerla te exima de tener que responder de tus actos.

– La violencia no soluciona conflictos. Es importante decirlo hoy, porque uno de los poderes que tiene la violencia es la autojustificación. Como me pegas, te pego. Y así hasta el infinito. Been there.

– El terrorismo siempre es consecuencia de algún conflicto. Eso, evidentemente, no lo justifica, pero sí lo explica. El terrorismo no se mantiene cuando no hay una base social detrás que lo respalda y lo financia. La gente no se «convierte» en terrorista si no hay una presión en su entorno que lo anime. A veces esa presión es la religión, a veces surge de sentirse en un medio hostil, a veces por pura opresión, a veces por desesperación, a veces como modo de vida, pero nunca sale de la nada. Así que vayamos a la raíz de los problemas en lugar de intentar evitar las causas.

– ¿Cómo arreglaría yo esto sin violencia? ¿Cómo haría justicia ante el atentado? Para empezar, no armando grupos terroristas en países lejanos por intereses estratégicos cortoplacistas. Seguiría no invadiendo países por los mismos intereses y acabaría aplicando la Ley (detenciones, juicios, privaciones de libertad), que son los límites que hemos acordado para solucionar los conflictos.

– Hacer cómplices a todos los musulmanes (o, aún peor, a todos los árabes) de un atentado como el de hoy es la trampa de la dialéctica terrorista. Cada uno es culpable de lo que hace y, si me apuras, de lo que apoya. Y ya está.

– Es un mal momento para sentirse superiores moralmente. Ya sea por no pertenecer a ninguna religión, por no pertenecer a una en nombre de la cual matan o por no habernos ofendido por estas viñetas contra Mahoma. Si alguna vez hemos dicho «no, esto no» consumiendo humor, en esencia, no somos mejores.

– El humor no debería tener límites. Uno tiene el derecho a no reírse, a ofenderse muy fuerte y a hacerlo saber, pero ya está. El humor es terapéutico y necesario. Hay que reírse de las cosas más serias, esa es su función. Debemos poder escandalizarnos un poco de las bromas, porque sino no hay humor.

Y ya está. Sentía la necesidad de expresar lo que pienso. Firmado, el Capitán Obvio.

3 comments

  1. Jorge dice:

    Estoy de acuerdo contigo en bastantes puntos, no podría estar más de acuerdo contigo respecto al fanatismo y los límites del humor. Sin embargo, cuando se habla de libertad de expresión parece que solo hay dos opciones, a favor o en contra. ¿Realmente solo existen dos opiniones? Yo creo que no, que además de el blanco y el negro hay diferentes escalas de grises.

    No todas las personas pensamos igual y por eso te encuentras desde gente que no le haría daño a una mosca hasta radicales violentos que cree que la violencia soluciona algo. De la misma manera habrá quien no quiera que otra gente escriba sobre ciertos temas, como pueden ser las ideologías extremas. Yo, sin ir más lejos, censuraría sin pensármelo dos veces a gente que escribe incitando a cosas como el suicidio o el maltrato animal.

    Una frase que me gusta y considero importante en mis opiniones es: «Tu libertad acaba donde empieza la de otro.´´ Esa es la razón por la que creo que la libertad tiene que tener límites, y cada persona tendrá una opinión diferente acerca de dónde se encuentra ese límite. Por eso considero que la libertad de expresión también tiene que tener uno, y en mi opinión, este límite se encuentra en el perjuicio de algo o alguien.

    ¿Que esté a favor de censurar ciertas opiniones me coloca en contra de la libertad de expresión? Depende de donde esté el límite de la persona que me esté juzgando, puede haber quien piense que soy un opresor y quien piense que abuso de mi libertad. Por esto creo que es difícil posicionarse, como individuo, en un sí o un no rotundos.

    La cosa cambia cuando alguien representa a un grupo de personas, como puede ser el gobierno de cualquier país. Cualquier gobierno debe elegir sí o no a la libertad de expresión porque representan a personas que tienen ideologías blancas, negras y grises.

    Con todo esto quiero decir que en el mundo perfecto de cada persona habrá más o menos censura, pero como el mundo es de todos y todos somos iguales, la libertad deberá ser equitativa para todos. Hay que elegir entre todo o nada. En este caso me decanto porque la libertad de expresión sea total. Prefiero que cualquier persona pueda escribir sobre cualquier tema (por mucho que me pese), a que nadie pueda escribir sobre nada.

    Un saludo.

  2. @CatoTrolling dice:

    Aiii, si más gente pensara como tu… O simplemente pensara… Estoy de acuerdo con lo que has dicho, la gente debería respetar lo que otra gente piensa sin tener que recurrir a la violencia, pero esque hay gente que desde pequeño le inculcan así y no es que los defienda, pero esque, desde mi punto de vista, la gente sea de la raza, religión, país, etc… que sea si desde pequeños les han inculcado algo ellos normalmente creeran que es lo correcto y ahí surge el problema. En mi opinion la gente debería »dejar de escuchar lo que otros le digan y empezar a pensar si está bien o mal» y entonces decidir si seguirán el consejo/tarea/etc… Y como bien has dicho esto a mi parecér es de Capitán Obvio pero como bien sabrás la gente parece que aún tenga la mentalidad del siglo pasado, incluyendo jóvenes.

  3. davi dice:

    Es que me he registrado sólo para decirte que estoy TOTALMENTE de acuerdo contigo, al fin alguien que piensa como yo. Parece que existe una «conciencia social» que no le permite a la mayoría de gente comprender todo eso que a ti te parece tan obvio, y que les hace comportarse a todos de una forma que supuestamente es «correcta» y protocolaria.
    Por otro lado decirte que me parece injusto que tu blog esté tan poco comentado, pero eso es otra historia xD
    PD: las outreflexiones son la leche
    PD2:de verdad
    PD3:la posdata 2 estaba para rellenar

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